Previo a elecciones ¿cómo será el último tramo del gobernador?

Previo a elecciones ¿cómo será el último tramo de Carlos Joaquín?

Previo a elecciones ¿cómo será el último tramo de Carlos Joaquín? El “cruce de prioridades” entre la 4T y el joaquinismo para las elecciones del próximo 6 de junio, podría llevarnos a ver una versión distinta a la que se conoce del gobernador Carlos Joaquín. Asoma la imagen de un gobernador más duro, menos abierto al juego democrático y a sus formas, y más propenso a construir las victorias electorales que cree prioritarias a como dé lugar.
Justamente son las prioridades el problema. Para Carlos Joaquín, las elecciones de ayuntamiento en Cozumel, Solidaridad y Tulum son prioritarias. El problema es que la orden de MORENA nacional coincide en gran parte con ese mensaje: hay que ganar Cancún, Playa del Carmen y Tulum, han dicho desde el partido del Presidente. 
Ese cruce de prioridades no augura nada bueno, y es donde muchos en la clase política local ya no ven a un gobernador austero de gestos políticos, sino uno con una cierta tonalidad impositiva; un cambio que no necesariamente es bueno, al menos no en todos los aspectos.   
Hay quien dice que esa versión de un Carlos Joaquín mas “duro” ya existió en el pasado, y hacen referencia a la elección de diputados locales en el distrito de Playa del Carmen en 2019. Allí, la maquinaria estatal movió los resortes que tiene, de toda índole, para asegurar el triunfo de Lili Campos. 
Esa versión, dicen, ha reaparecido en los últimos meses. La negociación de la coalición entre el PAN, PRI y PRD fue un ejemplo. El ordenamiento electoral que el gobernador presentó no tomó en cuenta más que los números y los acuerdos que él mismo hizo. Tomó las determinaciones más importantes, y luego delegó la operación de los detalles, donde también, debe decirse, algunos de sus colaboradores del grupo de los halcones han metido mano. 
Ya es un secreto a voces en la política local que Carlos Joaquín se encargó personalmente de hacerles saber a algunos inconformes de la coalición, como los alcaldes Juan Carrillo, de Isla Mujeres, y José Esquivel, de Felipe Carrillo Puerto, entre otros, que no había ninguna opción de no aceptar lo que había decidido. 
La advertencia del gobernador sonó casi como una amenaza, como sucede cuando todo el peso del Estado se esconde detrás de unas palabras. 
LAS PRIORIDADES 
En la coalición joaquinista perciben las señales de una suerte de acuerdo de alto nivel con Palacio Nacional, que incluiría que el Distrito electoral federal 1 será para el lopezobradorismo (y quizá los otros tres también) a cambio de que el joaquinismo gane Cozumel, Solidaridad y Tulum. Pero hay dos problemas con ese supuesto acuerdo. 
El primero es que más allá de lo que se pueda haber acordado en una mesa de negociación, se ve muy difícil ganarle a MORENA en esos municipios. En Solidaridad, a pesar de lo que Laura Beristain significa, el lopezobradorismo es históricamente más fuerte que en ningún otro municipio del estado. 
Por supuesto, no hay que olvidar que un desastre como el de Laura Beristain no es fácil de vender para ganar una reelección. El intento de Juan Carlos Beristain de ser diputado por ese distrito en 2019, es un ejemplo. Fue vapuleado por Lili Campos. Pero aún así, esta elección será diferente. 
En Tulum, por su parte, las propias encuestas del gobernador le dan ganador a Marciano Dzul. El morenista logró cerrar las heridas internas y avanza a paso firme. Además, el gobierno de Víctor Mas Tah vive quizá su peor momento (lo cual es casi una redundancia) con varios frentes abiertos por brutalidad policiaca, un crecimiento desmedido de la violencia, y la resaca de una administración opaca y que tuvo serios problemas con grupos ambientalistas y sociales.  
El otro problema con ese supuesto acuerdo de cúpula, es que posiblemente se realizó cuando Juan Carrillo no asomaba entre los posibles candidatos del distrito 1. El gobernador no está nada contento con la candidatura de Fernando “Chato” Bacelis en Isla Mujeres. El ex funcionario era el candidato de Juan Carrillo para el PRI, y terminó abanderando a MORENA a la par que el ex alcalde se hizo candidato a diputado. Nadie cree en ese tipo de coincidencias. 
Toda la estructura organizada del PRI apoyará a Bacelis, lo cual sumado al peso natural de MORENA, pondría en serios aprietos a la candidata de la alianza liderada por el PAN, Atenea Gómez. Y ese no era el plan de Carlos Joaquín, y culpa de ello a Juan Carrillo. 
Por eso, ahí aparece la versión dura del gobernador, que podría verse en estas elecciones. Quienes lo conocen dicen que ya ha dado las instrucciones precisas para hacer “lo que haya que hacer” para ganar las elecciones que hay que ganar. 
La andanada legal contra la hermana de Marciano Dzul, y una ofensiva similar inminente contra Laura Beristain y su entorno, serían las señales de que ese proceso ha comenzado. Isla Mujeres, dicen algunos, no quedará fuera de esa estrategia feroz, porque al gobernador no le gustan que lo desafíen tan abiertamente.
 MAS ALLÁ DE LAS ELECCIONES 
Hay quienes ven, también, un cierto relajamiento en algunas banderas que se habían desplegado desde el inicio de este sexenio. Reales o no, eran al menos algunas líneas de conducta simbólicas que marcaban una diferencia con el pasado, fundamentalmente con el borgismo. 
Por ejemplo, en las últimas semanas, en varias dependencias de gobierno les están haciendo firmar a funcionarios de alto y mediano rango facturas de gastos o servicios que desconocen. Algunos han comenzado a preocuparse, porque hay montos de varios cientos de miles de pesos, lo cual podría meterlos en serios problemas en el futuro. 
Para ninguno es una sorpresa pensar que se están cuadrando gastos pasados o futuros, y que harán falta muchas firmas para cubrir ese boquete.
Previo a elecciones ¿cómo será el último tramo de Carlos Joaquín?Tampoco la relación con la prensa es la misma del inicio de sexenio. Desde el entorno del gobernador se genera un manejo de recursos públicos hacia los medios que es una forma, sutil y brutal a la vez, para coartar la libertad de expresión. Parece haber una cláusula no escrita de que no se acepta la crítica bajo ninguna forma, y que sólo se aceptará el “periodismo militante” a favor del mandatario. 
Si se ve quienes son hoy los aliados fieles de Carlos Joaquín en ese mundo, este sexenio es casi indistinguible del anterior. Una bandera más que se pierde. 
En los entornos más alejados de Carlos Joaquín entienden esto como un lógico “apriete de tuercas” de fin de sexenio. Suponen que en la guerra de halcones y palomas del gabinete estatal, los primeros van ganando la batalla, como suele suceder en momentos como este. 
Lo malo es que lo que podría venir se parece demasiado a lo que parecía haberse ido para siempre.
Por Hugo Marttocia

About the author

Director del portal web La Opinión de Quintana Roo. Trabajó en La Voz del Caribe y El Periódico, donde escribió columnas políticas y notas de interés general. Fue corresponsal de La Jornada entre 2005 y 2011. Y también de la Agencia EFE, de España. Escribió artículos para diarios de Argentina, como Página 12, Critica y la revista Noticias. Reside en Cancún desde 1999.

RELACIONADOS