Trabaja por un sueño, no por un sueldo

Lo más importante no es lo que haces, sino el POR QUÉ lo haces

 

Hay una historia que que habla sobre la actitud y dice que en una ciudad había tres obreros trabajando en la construcción de una catedral. Entonces pasó por allí un anciano que, al ver la construcción, se acercó a uno de ellos y, luego de saludarlo, le preguntó qué es lo que estaba haciendo.

Caballero, gusto en saludarle. Pasaba por aquí y me preguntaba ¿qué están haciendo?

La respuesta fue contundente:

“Pues aquí, Jefe, más o menos, trabajando en este solazo pa´ sacar para los frijolitos… ¿qué más se puede hacer? Así es la vida, hay que trabajar como negro pa´ vivir como blanco.”

El anciano se acercó al segundo obrero y le hizo la misma pregunta: Caballero, un gusto saludarle… ¿qué es lo que están haciendo?

El obrero, con total sarcasmo y mal humor, le contestó: “¿Qué no ve? Estoy dándome un refrescante baño… ¡Qué pregunta para más estúpida! ¿Qué no ves?  Estamos trabajando pues, trabajando porque no queda de otra, hay que trabajar y trabajar… así es la vida del pobre.

El anciano avanzó unos pasos y notó que el tercer obrero trabajaba con mucho entusiasmo, así que decidió acercársele y hacerle la misma pregunta: “Gusto en saludarle, caballero, dígame: ¿qué es lo que están haciendo?

El obrero se detuvo, lo miró y luego con una enorme sonrisa miró hacia lo alto de la construcción para luego decir: ¿A caso usted no lo ve? ¡Aquí estamos construyendo LA MÁS HERMOSA CATEDRAL DE LA CIUDAD!

LA MORALEJA de esta historia es LA ACTITUD.

La pregunta es: ¿Cuál de los tres obreros eres tú? ¿Eres como el primer obrero que solo trabaja para comer? ¿Eres como el segundo obrero que se resigna y acepta ese trabajo porque no le queda de otra opción? ¿O eres como el tercer obrero que está feliz construyendo una catedral?

Aquí vemos a tres obreros haciendo lo mismo, pero que le dan significado diferente a lo que realizan y tienen la actitud mas distinta posible entre los tres. Uno de ellos trabaja por trabajar, otro trabaja por necesidad, pero otro trabaja POR FELICIDAD, por PROPOSITO…

Hazte esa misma pregunta: ¿qué es lo que estás haciendo con tu negocio? Si tienes un restaurante: ¿Crees que estás vendiendo comida o crees que estás vendiendo salud? ¿Crees que solo estás vendiendo un plato de comida o crees que estás vendiendo un espacio para que las familias se unan más? Si tu negocio es la venta de tecnología… preguntante: ¿Solo estás vendiendo máquinas o estás vendiendo la oportunidad de que otras personas aceleren sus economías? Si estás en un negocio de redes de mercadeo…hazte esa pregunta: ¿Qué estoy haciendo con mi negocio? ¿Estoy distribuyendo productos o estoy transformando vidas?

Recuerda, lo más importante no es lo que haces… SINO EL POR QUÉ LO HACES… el objetivo no es el negocio en sí mismo, sino que el negocio es un instrumento para cumplir con tu misión de vida, con tu propósito. Piensa de manera transformadora: No pienses en tu negocio para ganar dinero, piensa en tu negocio para potenciar a las personas. Incluso en tu trabajo… piensa diferente sobre tu trabajo. A una mujer que se dedica a limpiar las calles le preguntaron qué hacía: Ella no dijo “yo recojo basura…” Ella dijo: “Yo me encargo de que las calles se vean hermosas para que los niños puedan jugar…”

Busca tu misión… no seas un obrero del montón, no trabajes por un sueldo…TRABAJA POR UN SUEÑO.

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Revista de Negocios, Política y Turismo. QUINCE años de enriquecer el intelecto y fomentar el emprendedurismo.

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