Los investigadores se reunieron para presentar un documento en el que el ICRICT destaca los riesgos de que se reduzcan impuestos o se abran condiciones de beneficio fiscal a las empresas para la recuperación económica post-Covid.
En el marco de la crisis de Covid-19 no hay lugar para la austeridad; no sólo se necesita mayor gasto para dar soporte a la población más pobre, sino también garantizar que los ingresos no decaigan; por ello es necesario un gravamen mínimo de 25 por ciento a sociedades, y cobrar impuestos progresivos al ingreso y patrimonio, expusieron en videoconferencia de prensa Jayati Ghosh, Joseph Stiglitz, José Antonio Ocampo y Thomas Piketty, integrantes de la Comisión Independiente para la Reforma de la Fiscalidad Corporativa Internacional (ICRICT, por sus sigla en inglés).
Previamente, Jayati Ghosh, economista especializada en desarrollo, sostuvo que reducir el gasto de gobierno acarreará “riesgos horribles” para la actividad económica y para el empleo. En la coyuntura actual “no hay posibilidad de austeridad fiscal”, dado que hay gente padeciendo hambre, pese a los programas de transferencias que algunos países implementaron, recalcó.
El menor gasto de gobierno implica secuelas de largo plazo, completó el premio Nobel de Economía 2001, Joseph Stiglitz. “Ahora no es el momento para la austeridad (…) Si quieren que su recuperación dure 10 años pongan medidas de austeridad”, advirtió; al tiempo que localizó en la política de recorte al gasto del presidente estadunidense Herbert Hoover, una de las causas para que la Gran Depresión se extendiera por una década.
Los investigadores se reunieron para presentar un documento en el que el ICRICT destaca los riesgos de que se reduzcan impuestos o se abran condiciones de beneficio fiscal a las empresas para la recuperación económica post-Covid.
Además de que hay evidencias de que este tipo de incentivos no funcionan –como sí lo hace la infraestructura y trabajadores capacitados-, es “inmoral” que los grandes capitales se vean beneficiados de un sistema que ya era injusto.
Thomas Piketty, investigador y autor de “El capital en el siglo XXI”, recalcó que no sólo es necesario garantizar el pago de impuestos de las empresas, sino fijar un sistema de cobro progresivo a los ingresos y al patrimonio de personas. “El impuesto de sociedades mínimo de 25 por ciento es bueno y es útil , pero como parte de algo más grande (…) Tenemos una crisis sin precedente ahora y “un sistema fiscal más equitativo tiene que ser parte de la solución”, indicó.
De acuerdo con los investigadores, el sistema fiscal era regresivo previo a la crisis. Primero, el tratamiento a las grandes tecnológicas, que incluso carecían de base gravable en algunos países. Segundo, las transnacionales que mudan sus ganancias a paraísos fiscales para evadir el pago de impuestos. Y tercero, lugares donde no es necesaria la evasión porque el propio esquema tributario implica que las pequeñas y medianas empresas pagan más que los corporativos.
Tal esquema redobla sus riesgos, debido a las necesidades de financiamiento de la crisis y a una deuda que crecerá en todos los países, comentó Piketty. De hecho, explicó Stiglitz, los riesgos entre la magnitud de recursos que se necesitan en la coyuntura actual y el riesgo de no gravar lo suficiente es 100 veces mayor al contexto de 2008 y 2009, cuando la implosión financiera.
En este contexto, se debe acordar un sistema que repare no sólo los pendientes previos a la crisis, sino que grave de manera correcta a los grandes ganadores del cierre por la Covid-19, la actividad digital. “No es aceptable que las empresas paguen tan poco (…) mientras las pequeñas van a quiebras, estas grandes empresas van muy bien”, recalcó Stiglitz.
En cuanto a la evasión, Jayati Ghosh, recalcó que es necesario tener un base mundial de activos para evitar los desplazamiento de beneficios en las empresas multinacionales a paraísos fiscales. La propuesta conlleva su importancia sobre todo para los países en desarrollo porque son los que pierden más en flujos financieros ilícitos y paraísos fiscales, amplió Piketty.
Por último, se recalcó que quienes tienen posibilidades de pagar más, deben pagar más; de lo contrario, comentó el Nobel de Economía 2001, el riesgo está en volver a un “sistema injusto que daña la recuperación”.