Mara, Marybel, Mario y MORENA

Las últimas dos semanas han sido, quizá, el inicio formal de una extensa campaña electoral que durará dos años, y que podría convertirse en la más importante de las últimas décadas en México y en Quintana Roo. 

Podría decirse que las señales de largada han sido varias; iniciando con el acuerdo político de diversos gobernadores para enfrentarse a Andrés Manuel López Obrador, y, luego, la exposición del propio Presidente señalando a esos gobernadores como parte del Bloque Opositor Amplio (BOA) que incluye también a empresarios, medios de comunicación, intelectuales orgánicos, y hasta entes públicos, como el INE. 
15 días atrás, el Presidente dijo una frase que marcó claramente el nuevo escenario. “No hay para donde hacerse: o se está por la transformación o se está en contra de la transformación del país”, dijo. 
Allí comenzó el largo camino que pasará, primero, por las elecciones de julio de 2021 para renovar la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, y, en Quintana Roo, los 11 ayuntamientos; luego, transitará por la revocación de mandato de AMLO en marzo de 2022, y finalmente, tres meses más tarde, nos depositará en la sucesión gubernamental en el estado.  
En Quintana Roo, específicamente, el inicio de ese rally vertiginoso ha generado en los últimos días una serie de movimientos políticos muy interesantes, que van a tener impacto en el futuro inmediato. Veamos. 
LA DECISIÓN DE MARA 
En los últimos días, la alcaldesa de Cancún, Mara Lezama, quedó en medio de la polémica por su decisión de proponer al regidor Isaac Janix como nuevo secretario general del Ayuntamiento. Hubo exposiciones sobre el significado político de la decisión, y también sobre su legalidad. 
Políticamente, la decisión apunta a fortalecer un área que había perdido relevancia, a ampliar el volumen político de la gestión de Gobierno, y a desactivar potenciales conflictos con la oposición. Mara comunicó la decisión al gobernador Carlos Joaquín, quien se mostró de acuerdo con el cambio. Entonces ¿de dónde surgió el escándalo? Hay dos versiones posibles, y no necesariamente contradictorias entre ellas. 
El regidor José Luis Acosta Toledo, el llamado “simi Chanito” denunció que el nombramiento de Janix sería ilegal. En ese aspecto, La Opinión presentó ayer una nota en donde destaca que no existe ninguna ilegalidad en el nombramiento, aunque, por supuesto, cualquiera tiene derecho a impugnarlo si considera lo contrario.  
Sin embargo, no fue eso lo que más preocupó en el municipio, sino de donde surgía el movimiento, y las filtraciones de documentos internos que hubo. Y ahí aparecen las dos versiones. 
A simi Chanito se lo ha vinculado con personajes del marybelismo, que aprovechan su papel opositor para golpear a Mara. Sus posturas jurídicas son muy parecidas a las de personas cercanas a Marybel Villegas. Esa es una versión. 
La otra versión apunta hacia el Gobierno del estado. El ex secretario del Ayuntamiento, el perredista Jorge Aguilar Osorio, tenía vinculación directa con Juan de la Luz Enríquez, el principal asesor de Carlos Joaquín. Incluso, se había mencionado que el asesor quería mantener esa posición, poniendo a alguien ligado a su entorno. La potencial llegada de Janix arruina ese proyecto, y eso pudiera haber generado una reacción política y mediática en su contra. 
Ahora, todo debe decirse, cualquiera de las dos versiones, o incluso las dos juntas, son parte de un juego político que se irá tensando a medida que se acerquen las elecciones entre el estado y el municipio, y no hay nada extraño en todo eso. Sólo hay que ver, como dijo el Presidente, dónde quedará parado cada actor político en medio de esa tensión creciente. 
EL REGRESO DE MARYBEL 
El 1 de junio no fue un buen día para la senadora Marybel Villegas. Aquel día, durante la visita de AMLO al estado, los elogios que el presidente le obsequió a Carlos Joaquín parecieron poner fin al concepto fundamental del proyecto político de la senadora, que es ser la oposición más tenaz al joaquinismo.
Por unos días, Marybel se quedó casi sin discurso. Por suerte para la senadora, los gobernadores del PAN tensaron demasiado la cuerda con el Presidente, lo que le valió a Carlos Joaquín quedar incluido en el BOA. Y el discurso de Marybel renació, más fuerte que antes. 
(Una digresión aquí. Que bueno hubiese sido para México que la Asociación de Gobernadores del PAN (GOAN) hubiera tenido la misma fortaleza crítica que hoy tiene (que es de alabarse, por cierto) durante el sexenio de Enrique Peña Nieto. El país podría haberse ahorrado, quizá, parte de las tramas de corrupción más escandalosas de la historia mexicana. Fin de la digresión.) 
Volvamos a Marybel. Las últimas dos semanas han sido un verdadero renacer de la senadora, con ataques feroces a Carlos Joaquín. Aquí no se hace una valoración de esa estrategia, cuya eficacia se verá con el tiempo, lo que se plantea es que la postura es muy clara, y parece que es apenas el inicio. 
Además, Marybel pone a los demás morenistas en una disyuntiva. ¿Hasta cuando podrán otras figuras del partido, como José Luis Pech o Luis Alegre, por nombrar algunos, mantener una postura política muy laxa con el gobernador?. ¿Cuál de las dos posturas tendrá mayores réditos electorales?. 
MARIO Y EL MITO 
Otro movimiento político interesante a futuro es la vuelta del ex gobernador Mario Villanueva a su casa, al menos de manera provisoria. Mucho se ha dicho, escrito y escuchado sobre el ex mandatario y su potencial impacto político de cara 2021. 
A modo de resumen, podría decirse que más allá de la capacidad de operación política de Mario, indudable, lo que más ha impactado en estos días es su lugar de mito. Las imágenes de su traslado desde el hospital a su casa son únicas para Quintana Roo. Difícilmente otro político, con la única posible excepción de López Obrador, podría generar imágenes de tanto cariño. 
Chetumal ha quedado huérfano de referentes políticos. Le dio su voto al PAN en 2016, y se lo quitó en 2018 para dárselo a MORENA. El Gobierno municipal de ese partido no convence, pero aún así la gente le dio el voto al morenismo y sus aliados en 2019, aunque pareciera que es una última oportunidad. 
En ese escenario confuso, el mito villanuevista, si persiste (porque el ex gobernador también tiene feroces detractores) podría servir para inclinar la balanza. Y seguramente, si Mario tiene que elegir a quien apoyar, recordará muy bien cuál fue el único Presidente que le dio la oportunidad de salir de la cárcel. 
MORENA Y EL MITOTE 
En todo este escenario, unos breves párrafos se merece el andar de MORENA como partido. En el ámbito nacional va de mal en peor. El dirigente interino, Alfonso Ramírez Cuellar, sólo ha mandado señales confusas, que poco tienen que ver con la 4T.
El grupo de Bertha Luján, con la Comisión de Honestidad y Justicia como aliado firme, busca venganza y sacarse de encima rivales internos. Se trata del grupo más faccioso al interior de MORENA, y si se quedara con el partido, sería un duro golpe al proyecto de López Obrador. 
En ese contexto, la nueva delegada en Quintana Roo, Liliana Castro, se reunió ayer virtualmente con algunos morenistas. Más allá de las cosas que se dijeron (Ver nota aparte) la impresión que dejó la delegada es que no tiene muy en claro a dónde se ha metido. 
Parece sólo una cuestión de tiempo saber cuando el desastre interno de MORENA comenzará a ser una losa insoportable para el proyecto de Andrés Manuel López Obrador.  
Por Hugo Martoccia – Mesa Chica 

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About the author

Director del portal web La Opinión de Quintana Roo. Trabajó en La Voz del Caribe y El Periódico, donde escribió columnas políticas y notas de interés general. Fue corresponsal de La Jornada entre 2005 y 2011. Y también de la Agencia EFE, de España. Escribió artículos para diarios de Argentina, como Página 12, Critica y la revista Noticias. Reside en Cancún desde 1999.

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