Se generoso: ayuda a quien puedas, en lo que puedas y en el momento que puedas
“Denme un punto de apoyo y moveré el mundo” dijo Arquímedes como conclusión a su trabajo sobre la física de las palancas. Esta expresión es doblemente válida en algunos países de América Latina, donde se denomina “palanca” al hecho de apoyarse en alguien influyente o bien conectado para facilitar algún trámite o conseguir algún objetivo.
Pero más allá de la connotación negativa que esto pudiera tener, la realidad es que los seres humanos somos gregarios por naturaleza, por lo que tenemos más posibilidades de alcanzar nuestros objetivos a través de la sinergia con otras personas que actuando de forma independiente. Esto, obvio para algunos y menospreciado por otros, se materializa todos los días cuando llamamos a un compañero escolar para pedir una tarea no copiada, cuando pedimos prestados los cables pasa-corriente a un vecino porque al auto se le descargó la batería, o cuando llamamos a nuestra madre, hermana o alguna amiga para consultarle sobre alguna deliciosa receta de cocina. Y las finanzas personales no son la excepción a la regla.
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Pongamos unos ejemplos rápidos: Vas a cambiar de teléfono celular, ¿cuál te conviene? Un médico dice que requieres una cirugía, ¿no habrá otra opción? Necesitas traducir un texto en alemán, ¿dónde habrá un traductor? Decides invertir en bolsa, ¿en qué empresa? Es difícil que una sola persona tenga todas estas respuestas, pero sí es posible que una persona, a través de sus amigos y conocidos, pueda llegar conocerlas.
Ahora bien, ¿no te ha pasado alguna vez que un amigo te recomienda a su doctor, abogado, mecánico o plomero? Y en más de una ocasión el otro desconocido se convierte en el pediatra de tus hijos, en tu asesor de seguros o hasta fraternizan llegando a ser verdaderos amigos. ¿Verdad? Pues en este caso lo que está trabajando es precisamente tu red de contactos, es decir, el poder llegar hasta la persona óptima para ayudarte a través de los conocidos de tus conocidos.
Podemos entonces concluir que el tener acceso a una red de contactos amplia y multidisciplinaria es uno de los ingredientes para alcanzar de forma lo más eficiente posible tus objetivos, es decir, minimizando el tiempo, el esfuerzo y el dinero requeridos.
«No mueras con tu música en tu interior». ¡Persigue tus sueños y anhelos!
Si eres una persona extrovertida, simpática, y con facilidad para hacer amigos, esto te ha de parecer de lo más obvio y no dudo que lo lleves a la práctica de forma natural. Las personas carismáticas –aquellos que tienen ángel diríamos en México– no tienen ningún problema para ser aceptados en diferentes grupos humanos, para integrarse, y con ello ampliar su red de contactos.
Pero habemos –me incluyo– personas introvertidas. Personas que nos cuesta trabajo encontrar un tema de plática al estar con un desconocido, personas tímidas que rehúyen reuniones donde no conocen a las otras personas, y que si llegan a asistir, se mantienen al margen. Personas que no son fiesteras y prefieren quedarse en casa, personas que prefieren leer un libro antes de practicar un deporte, personas que, sin necesitar más que de sus familiares y amigos cercanos, son felices.
Ser introvertido no tiene nada de malo, claro está, pero conlleva verte limitado en tus opciones para resolver problemas que van más allá de tus habilidades personales. Así que si buscas mejorar tus condiciones laborales, inversionistas para tu idea, algún patrocinio, emprender un proyecto, incrementar tus clientes o invertir en algún proyecto interesante, es necesario que amplíes tu red de contactos.
- Antes que nada, relájate. Sé por experiencia que puede llegar a ser angustiante platicar con un desconocido, pero una vez roto el hielo inicial la plática suele ser muy placentera.
- Una manera de iniciar una plática, es animando a tu interlocutor a hablar de sí mismo: su trabajo, sus gustos, su deporte o equipo de preferencia, sus hijos.
- Una habilidad de las personas que tienen facilidad para hacer amigos, es el recordar cuales son los temas que interesan a su interlocutor y hablar de ellos. Procura desarrollarla.
- Evita criticar a otras personas, aún consideres que no te estén escuchando o no estén presentes. Recuerda que lastimas su orgullo y despiertas su resentimiento.
- Demuestra un aprecio honrado y sincero por las personas que te rodean, interesándote sinceramente en ellos.
- Nunca intentes cambiar la forma de pensar de una persona convencida de sus ideas ni afirmes que está equivocada. Practica la tolerancia y el respeto.
- Valora el punto de vista de las otras personas, procurando apreciar las cosas tanto desde su punto de vista como del tuyo.
- Establece alianzas donde todas las personas involucradas salgan beneficiadas.
- Sé generoso tanto en tus conocimientos, como en tu apoyo y esfuerzo.
- También sé bondadoso: Ayuda a quien puedas, en lo que puedas y en el momento que puedas… y procura cuando menos una vez al día ayudar a alguien que realmente lo necesite y que no esté en sus manos devolverte el favor.
- Practica la reciprocidad: si alguien hace algo bueno por ti, procura ayudar tú también a esa persona.
- Llama a las personas por su nombre evitando los apodos, principalmente cuando éstos son despectivos.
- Aprovecha todos los medios a tu alcance para expandir tu red de contactos: acude a cursos, eventos, convenciones, reuniones. Participa activamente en las redes sociales (Twitter, Facebook).
- Finalmente, procura sonreír: La sonrisa es contagiosa, y nadie necesita tanto una sonrisa como aquel al que no le queda ninguna que dar.
Recuerda: La oportunidad que buscas puede venir de la mano de las personas más inesperadas y en los momentos más insólitos.
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