Se trata de una especie poco común en la zona urbana de la Isla

Los trabajos de monitoreo de murciélagos, que lleva a cabo la Fundación de Parques y Museos de Cozumel (FPMC), siguen dando resultados positivos al registrar en el Centro de Conservación y Educación Ambiental (CCEA) especies como el Centurio senex, comúnmente conocido como “cara arrugada”, considerado como un enigma para los científicos, que aún siguen estudiando sus características.

Rafael Chacón Díaz, director de Conservación y Educación Ambiental (CEA), mencionó que los biólogos y manejadores de recursos naturales de la FPMC mantienen un programa permanente de monitoreo de estos mamíferos voladores en diferentes puntos de la Isla, incluido el CCEA, con el objetivo de llevar un registro de las poblaciones de quirópteros y las condiciones ambientales donde viven.

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Al respecto, Noel Rivas Camo, coordinador de proyectos del CCEA, explicó que en el último monitoreo que realizaron se logró la captura de una hembra preñada de Centurio senex, por lo que se cree que es una especie que se reproduce en el mes de enero, y que cobra especial relevancia el hallazgo porque permite conocer y valorar a estos organismos sorprendentes.

Se trata de un murciélago que se observa muy pocas veces durante los monitoreos, ya que es una especie vagabunda que utiliza el follaje de la selva para poder descansar. Agregó que se caracteriza por tener el rostro desprovisto de pelo y cubierto de pliegues dérmicos, lo cual es un enigma aun para los científicos, ya que no se sabe la función específica de esos pliegues, se cree que puede servir para la ecolocalización o como canales que conduzcan el jugo de los frutos que consumen.

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Este murciélago posee una mordida de las más poderosas conocidas para los mamíferos, ya que puede alimentarse de las semillas de los frutos; los machos tienen debajo del cuello un pliegue de piel que puede usar como mascara cuando corteja a la hembra.

Recientemente investigadores de la Universidad de Costa Rica, lidereados por Bernal Rodríguez Herrera, estudiaron a unos machos que se reunieron en grupos para “cantarles” a las hembras y hacer despliegues con las alas para poder conquistarlas.

En Cozumel se concientiza a la población de cuidar a estos mamíferos y su importancia medioambiental como polinizadores, cazadores de insectos nocivos y dispersores de semillas.

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