El gobierno federal prevé acelerar la campaña de vacunación en las próximas semanas, pero especialistas recomiendan paciencia
A pesar de que México tiene capacidad para aplicar varios millones de vacunas contra el COVID-19 por mes, el proceso para lograrlo depende exclusivamente de la producción de los laboratorios, y de que estos luego envíen los biológicos a nuestro país, por lo que el proceso de inmunización será lento.
“La vacunación va lenta porque hay muy pocas vacunas, dependemos básicamente de la vacuna de Pfizer, no es culpa de nadie, (…) el gobierno se ha movido, ha sido una negociación dificilísima conseguir vacunas en medio de un ambiente internacional tan competido, y pues se han conseguido las que se han podido”, dijo en entrevista con ALTO NIVEL el médico infectólogo Alejandro Macías, quien estuvo a cargo de enfrentar en México la epidemia de H1N1 en 2009.
Esta semana el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la creación de 10,000 brigadas que se encargarán de vacunar contra el Covid-19 a los adultos mayores de México, estos recibirán la vacuna en la segunda etapa de la estrategia planeada por las autoridades, es decir durante el primer trimestre de 2021.
En este tenor, Macías considera que, “mientras no tengamos más vacunas”, debemos seguir cuidándonos y tener paciencia, porque la actual situación del país ante la pandemia “no se va a solucionar” con la vacunación por el momento.
Además de la vacuna de Pfizer, de la que ya han llegado al país 11,305 dosis, el gobierno federal tiene un contrato con el laboratorio Moderna, aunque su biológico no llegará a suelo mexicano hasta después del próximo mes de abril, a estas vacunas se añadirán las de AstraZeneca que apenas van a empezarse a producirse entre México y Argentina.
Otra opción será la del laboratorio canadiense-chino CanSino, que ya realiza pruebas de su fase 3 en México. Uno de los voluntarios de estos ensayos, el fotógrafo David Hernández Bico, explicó en entrevista que tras su vacunación no tuvo ninguna reacción secundaria.
Se trata “de evaluar la eficacia, seguridad e inmunogenicidad de la nueva vacuna recombinante contra el coronavirus”, apuntó. La ventaja de participar en estas pruebas es que “en el momento en que la Cofepris autorice en México la vacunación con la Cansino, con esta, inmediatamente (el laboratorio) se pondrá en contacto conmigo para decirme si fue placebo o si fue la vacuna, en caso de ser placebo yo tendría con ellos la prioridad para la vacuna real”, detalló.
De su lado, el infectólogo Alejandro Macías considera que tanto la vacuna de AstraZeneca como la de CanSino son buenas candidatas para iniciar -a partir del segundo semestre del año- la inmunización masiva de la población mexicana.
Gestiones internacionales
Con todas estas opciones, México sigue realizando gestiones en el extranjero “para preparar el terreno y conocer muy bien la logística” para la distribución de las vacunas, dijo en una entrevista radiofónica Marta Delgado, subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Cancillería mexicana.
Esa dependencia prevé que, a parir del 11 de enero, se estarán recibiendo lotes semanales de entre 400,000 y 500,000 vacunas de Pfizer, por lo que se prevé tener 1.4 millones de dosis al finalizar el primer mes del año, y 1.8 millones de dosis en febrero.
De cualquier forma, si a nivel internacional falla alguna cadena de suministro “puede darse el caso de que tengamos un retraso no solo para México, sino para cualquier pedido en el mundo”, aseveró la funcionaria.
Esta es la razón por la que en nuestro país se debe seguir actuando en contra de la pandemia, pues para disminuir el número de casos “necesariamente se deben seguir haciendo más pruebas”, comentó la doctora en ciencias médicas con especialización en microbiología Laurie Ann Ximénez-Fyvie, investigadora del Laboratorio de Genética Molecular de la UNAM.
“No basta con tener camas disponibles para los enfermos, lo prioritario debe ser tratar de que no haya más contagios”, sentenció.
Colaboración entre gobiernos
El presidente Andrés Manuel López Obrador ya dijo que él no se opone a que las empresas privadas o los gobiernos de los estados traten de conseguir vacunas para aplicarlas a la población. Hasta ahora, formalmente, solo el gobierno de Nuevo León ha anunciado que iniciaría las gestiones para tratar de comprar los biológicos en donde estén disponibles.
El jueves, la industria maquiladora asentada en Baja California anunció que también buscará comprar la vacuna contra el Covid-19 para aplicarla a su personal de manera gratuita. La Asociación de Industriales de la Mesa de Otay que agrupa a esas empresas planea comprar millón y medio de dosis de la vacuna de Pfizer.
Alto Nivel
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