Los ingresos pasivos son imprescindibles para alcanzar la libertad financiera, así como para garantizar un retiro tranquilo al final de nuestras vidas.
Adquirir la habilidad de generar ingresos es quizá el mayor reto a vencer en el camino a la libertad financiera. Planear cómo vas a utilizar tu dinero, así como ahorrarlo e invertirlo, dependen en primera instancia de que tengas los recursos, siendo tradicionalmente nuestro trabajo y esfuerzo la fuente de los recursos que obtenemos a través de honorarios, sueldos y utilidades.
A los ingresos que dependen directamente de nuestro trabajo – el consabido “quien no trabaja, no come” – se les conoce como ingresos activos ya que son el resultado inmediato de tus acciones… Pero, ¿te imaginas lo que significaría tener un ingreso que continúe posteriormente a que concluyas tu esfuerzo? ¿A que lo que trabajaste en el pasado te genere el flujo de efectivo que necesitas en el futuro?
A este tipo de ingresos se le conoce como ingresos pasivos, y sobre qué formas de ingresos pasivos existen y cuál es el camino para alcanzarlos trata el artículo.
La Pensión
Este ingreso pasivo es un derecho laboral para gran parte de los trabajadores alrededor del mundo, y por lo tanto es el que mejor es conoce. A grandes rasgos, la pensión es una cantidad de dinero periódica que recibe una persona una vez que ha decidido retirarse cumpliendo con ciertos requisitos en cuanto a tiempo trabajado y edad alcanzada. Cuando la pensión corre por cuenta del estado (del gobierno) es vitalicia, es decir, se le otorga al otrora trabajador hasta que fallece.
Pero no sólo se obtiene una pensión por jubilación. El que la persona quede incapacitada permanentemente también le permite acceder a una pensión, además de ser un derecho para el cónyuge y sus hijos menores de edad en caso de fallecer el trabajador (esto, claro está, depende de la legislación de cada país).
Las Rentas
Si bien la definición que da el diccionario engloba a muchos tipos de ingresos pasivos, me refiero en este caso al dinero que obtiene una persona por rentar un bien propio a un tercero. La figura más común es la del propietario de una casa, departamento o local comercial que lo renta a otra persona, la cual paga cierta cantidad mensual por el uso que hace de esa propiedad.
Es importante subrayar que no se considera ingreso pasivo el que poseas propiedades desocupadas o el dinero producto de su venta. En el primer caso la propiedad no te genera ningún tipo de ingreso y sí puede provocarte gastos, mientras que en el segundo la propiedad deja de ser tuya por lo que no te generará más ingresos.
Las Utilidades
La utilidad es la ganancia que tienen los dueños de una empresa después de que a los ingresos obtenidos por el negocio se le restan gastos (luz, teléfono, renta del local), costos (compra de inventario o materias primas), impuestos, salarios de empleados, etc.
Cuando el dueño del negocio se encuentra al frente del mismo, participando activamente en los resultados de su empresa, hablamos de que para él las utilidades representan un ingreso activo.
El ingreso pasivo viene cuando el dueño se aleja de la operación de la empresa dejando la dirección a su hijo, a un consejo directivo o a una persona de su confianza, de forma que ya no necesite estar presente para que su negocio le deje dinero.
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Los Dividendos
¿Qué pasa cuando son varios los dueños de una empresa? ¿Cuando una persona se vuelve un socio inversionista al poner capital en el negocio sin formar parte de su proceso productivo? En estos casos la utilidad de la empresas debe dividirse entre sus inversionistas, que es de donde sale precisamente el término dividendo.
Existen diversos caminos para realizar esta división, siendo uno de los más comunes dividir la utilidad a distribuir entre el total de acciones que tiene la empresa, de forma que le toca a cada inversionista una parte proporcional a la cantidad de acciones que posee.
Los Rendimientos
En el pasado ya hemos hablado de diferentes instrumentos de inversión, como son Fondos de Inversión, Bolsa de Valores, Divisas (Forex), y Metales preciosos (Oro, plata) entre muchos otros existentes. Las ganancias producto de la inversión en estos instrumentos tienen el potencial de generar un flujo de efectivo tal que representen un ingreso pasivo para el inversionista, para lo cual se requiere seguir una estrategia de ahorro e inversión continua y disciplinada.
En los países donde el Ahorro Personal para el Retiro ha suplantado al esquema de pensiones subsidiadas por el gobierno (caso de las AFORES), el ingreso pasivo del trabajador jubilado proviene precisamente de los rendimientos producidos por el fondo generado durante su vida laboral.
Las Regalías
Este es quizá el santo grial de los ingresos pasivos, el cual se basa en los derechos económicos que tiene una persona por la autoría intelectual de un invento (patente) o de una obra artística (derecho de autor). Cada vez que se vende un libro, una película, un juguete, o un CD con la música de la Guerra de las Galaxias, George Lucas, creador de la saga, recibe dinero. Lo mismo pasa con la creadora de Harry Potter, con los herederos de Tolkien (el Señor de los Anillos), con los compositores de canciones, creadores de programas de televisión y con quienes inventan productos nuevos.
A diferencia de todos los ingresos pasivos anteriores, las regalías llegan a ofrecer beneficios desproporcionadamente altos respecto al esfuerzo y recursos invertidos para realizar la obra o el invento… pero también dependen en gran medida de la suerte, de estar en el lugar y momentos adecuados, de tener los contactos pertinentes. Muchas que pudieran ser grandes obras nunca se llegan a conocer desapareciendo al morir su creador, y muchos inventos no llegan a comercializarse al no presentarse en el momento oportuno.
Los ingresos pasivos son imprescindibles para alcanzar la libertad financiera, así como para garantizar un retiro tranquilo al final de nuestras vidas. Es por ello que el alcanzarlos debe formar parte de tu estrategia de vida, debiendo ser uno de tus principales objetivos al desarrollar tus habilidades financieras.
¿Por qué tener sólo un ingreso es muy peligroso? Diversificar es clave
Al igual que en las inversiones, es un error poner todos los huevos una canasta, o en este caso, el depender de sólo un ingreso es realmente una trampa mortal. Aquí una fábula:
Se puso a un ratón en la parte superior de un frasco lleno de granos ¡Estaba muy feliz de encontrar tanta comida a su alrededor! Ya no necesitaría arriesgarse a correr cada día en busca de comida, ni tendría que vivir temeroso de tener que llegar a enfrentarse con un gato. Con tanta comida, ¡Ahora sí podría vivir felizmente el resto de su vida!
Y empezó a comer, para después dormir, sobre aquel alimento seguro. Comía y dormía, dormía y comía. Disfrutaba tanto de aquellos granos al alcance de su mano, que no se percataba que, poco a poco, era la orilla del frasco la que iba quedando poco a poco fuera de su alcance.
Finalmente llegó el día que llegó al fondo del frasco. Ya no había alimento… y tampoco tenía cómo salir de ahí. ¡Había quedado atrapado! A partir de ese momento, tuvo que depender de que un extraño, ajeno a él, pusiera nuevos granos en aquel frasco para poder sobrevivir. Y quien le surtía los granos ponía los que quería, sin importarle cuáles eran los que al ratón le gustaban. Ponía la cantidad que quería, sin siquiera pensar en cuántos el ratón necesitaba.
Así quedó el ratón a merced de su captor. Sin poder escoger, sin poder elegir. Sin más opción que alimentarse de lo que pongan en el frasco para poder sobrevivir. Si permites que alguien más elija cuánto vas a ganar, estás dejando tu libertad en sus manos.
*Mauricio Priego Montero. Asesor en Finanzas Personales. Maestría en Tecnologías de la Información. Gerente de Sistemas del grupo Bepensa Motriz. Catedrático en la Universidad Latino. Co-Fundador de Practifinanzas, portal dedicado a la promoción y difusión de la cultura financiera: divulgación, capacitación y asesoría personalizada. www.practifinanzas.com Twitter: @mauriciopriego