Todas las dictaduras tienen puentes en común: represión, falta de libertad… ”Chuk Norris vs. el Comunismo”. El título no me era muy atractivo pero le puse play en Netflix y vaya, lo que uno aprende…. Hace no tanto, en 1985 en Rumanía no estaba permitido salir del país. El gobierno de Nicolae Ceausescu era una dictadura donde aterrorizar a la población e intimidarla, eran la constante.

Escuchar música o ver películas occidentales era impensable pues el único canal de televisión era usado para propaganda comunista; en una de esas, alguien pudo comprar una tv y una videocasetera (su precio era casi como adquirir un auto) y así por las noches se inició la sigilosa costumbre de ver películas prohibidas, primero entre unos cuantos familiares, luego llegaron varios vecinos, tantos que ya casi ni cabían en las salas de los pequeños y austeros departamentos. Pero no crean que las pelis eran pornos o algo así: no, eran tipo Pretty Woman o Rambo y  de Chuck Norris.

Aunque clandestino, poco a poco, noche tras noche, y con el miedo de ser descubiertos, los rumanos vieron decenas de películas sobre lo que pasaba en el mundo. Imagínense, más de 20 años sin saber nada de fuera, así que las cintas les mostraron que había algo más que su dictador y la censura. Con el tiempo aprendieron sobre autos, comida, música; empezaron a anhelar lo que observaban en esa única ventana de de aire fresco, de conocimiento.

A través de las cintas, veían cómo la gente del mundo viajaba libremente, que existían países con muchos canales de tv, que el libre comercio era la constante, vaya, que existía algo en ese momento inalcanzable: libertad. Luego de la caída del Muro de Berlín en 1989, se quitaron el miedo y exigieron sus derechos. Cientos de miles de rumanos lograron derribar al tirano Ceaucescu.

Resulta que esa ventana cinematográfica, fue una de las claves para  cambiar la mentalidad, para reflexionar, para pensar que estaban muy atrasados en cuanto a la evolución de todos los demás países y para tomar fuerza a fin de cambiar esa situación…

Fue el inicio de un período duro de transición (con alto riesgo de fraudes económicos, que a su vez generan corrupción e inflación) y desde una economía completamente dirigida por el Estado, a una economía de libre mercado. El giro fue enorme.

Hoy Rumania pertenece a la Unión Europea desde el 2007 y aunque aún no llegan a la calidad de vida de sus vecinos, la situación ha cambiado completamente, con sus vaivenes, con subibajas, como en la mayoría de los países, pero ya sin dictadura…