Habilitar un sitio con estética tranquilizadora mejora la convivencia, afirma la responsable académica Mariana de la Fuente Obregón
El homeschooling, el home office y la convivencia en familia las 24 horas de los siete días de la semana durante los últimos meses obligan a revalorar y a repensar cómo vivimos y convivimos con los espacios interiores, empezando por casa, afirmó Mariana de la Fuente Obregón, responsable académica de la Especialización en Arquitectura Interior de la Facultad de Arquitectura (FA) de la UNAM.
La situación de emergencia sanitaria también nos ha hecho adecuar algunos espacios para tener mejor aprovechamiento de zonas que estaban subutilizadas y contar con mayor calidad en los mismos, añadió.
Para seguir conectado y productivo, además de las herramientas digitales indispensables, como un buen Internet y una tablet o una computadora, la especialista resaltó la importancia de disponer de un espacio óptimo bien iluminado, que sea funcional, armónico, estético y que tenga varios usos según las actividades a realizar; es decir, multifuncional.
Antes de la pandemia, la gente pasaba 85 por ciento del tiempo en una área interior, ya sea la casa, oficina, el transporte, de entretenimiento, etcétera. No obstante, dijo la arquitecta por la UNAM y maestra en Diseño de Interiores por el Pratt Institute de Nueva York, el virus SARS-CoV-2 que produce la Covid-19 cambió la rutina personal de todos y un número importante permanece en confinamiento.
“Muchos hemos reacomodado algunos muebles, hemos comprado algunas mesas y sillas, en el mejor de los casos diseñadas ergonómicamente, para pasar más tiempo frente a la computadora, en escritorios de trabajo, o incluso reutilizado mobiliario para nuevas funciones. Hemos movido sillones para tener un espacio multifuncional y poder, por ejemplo, hacer algo de ejercicio en casa. Hemos puesto cortinas y mamparas de tela o papel para tener más privacidad. Esto nos hace sentirnos más cómodos y productivos. Despierta en muchos casos una mayor apreciación o por lo menos conciencia ante la importancia de los espacios interiores, ahora aprovechados y utilizados de mejor manera”, refirió.
Mariana de la Fuente recalcó que la salud mental se ha vuelto una prioridad. “Es necesario configurar espacios equilibrados, armoniosos, donde el habitador se sienta bien, con una estética tranquilizadora y con seguridad. El color y los materiales toman un papel relevante, porque ahora requerimos de un lugar limpio, donde no corramos peligro”.
Debemos asegurarnos de que existan flujos de aire y habitar un espacio que nos tranquilice, para lograr una convivencia higiénica y saludable. “Necesitamos crear estos ambientes, así como la conciencia por la seguridad personal y la de los demás”, precisó.
Campo de oportunidad
Ante la situación actual, abundó, la demanda de los servicios de despachos y profesionales de interiores tiene un aumento considerable. “Es muy interesante el enorme campo de oportunidad que hay para especialistas en arquitectura interior, donde se consideran todos los elementos de interacción humana en un espacio: instalaciones, ventilación, iluminación, materiales, mobiliario para obtener un ambiente funcional y eficiente”. Hoy, más que nunca, el estudio de estas áreas específicas es clave para aprovechar esta gran oportunidad de trabajo.
Sin la menor duda, añadió De la Fuente, nuevas reglas de convivencia en los espacios interiores llegaron para quedarse y la solución a cargo de profesionales se vuelve fundamental.
Diversas empresas están replanteando la importancia del espacio interior en sus operaciones. Las oficinas buscan menores densidades y la posibilidad del trabajo remoto de los usuarios; para los restaurantes, las terrazas y espacios abiertos representan un aliento de esperanza; y los comercios se reinventan para atender las necesidades de comprar en línea, aseveró.
Los espacios de entretenimiento como cines y teatros, dijo, enfrentan el enorme reto de dar opciones para que los espectadores regresen con confianza y logren convivir con las nuevas reglas. Los medios de transporte también necesitan reinventarse, ya que representan hoy un riesgo importante de contagios.
Las escuelas son lugares esenciales para el desarrollo de las sociedades y la manera en que logremos resolver la necesidad de regresar a los salones de clases y repensar la educación se convierte en uno de los retos más complejos y que tendrán más impacto en el futuro de nuestro país, consideró.
Posibles escenarios
Para la especialista, los espacios deben planearse de manera adecuada con el objetivo de resolver problemas de diseño que se relacionan con su uso, reúso, intervención, remodelación, transformación, renovación y rehabilitación. Esa es la misión del arquitecto interior: crear un entorno que produzca la sensación adecuada y dé respuesta a la necesidad de los usuarios; además, mejore y transforme las condiciones de habitabilidad y experiencia en la vida cotidiana.
Al respecto, Mariana de la Fuente resaltó que la FA ofrece un programa de especialización en Arquitectura Interior de un año “en el cual hemos integrado estos posibles escenarios dentro de los temas a desarrollar”.
Su objetivo general es formar especialistas para desempeñar su labor en el terreno de interacción arquitectura-diseño de interiores, capaces de resolver desafíos, teniendo como fundamento los requerimientos espaciales, funcionales, económicos, sustentables, sociales, culturales y estéticos, en relación directa con el ser humano y su percepción-sensación del espacio interior, en propuestas de creación, reforma o intervención arquitectónica.
Al concluir, destacó que el programa propone un acercamiento innovador y progresivo en la creación de espacios, así como en el reúso y la transformación de estructuras existentes, al resolver alternativas de diseño intrínsecas a la relación del ser humano con su entorno.
La especialización está dirigida a profesionales interesados en obtener herramientas técnicas y culturales en el ámbito del diseño de espacios, quienes con sentido de responsabilidad social y ética ejerzan las estrategias necesarias para la implementación de una propuesta creativa.
Los aspirantes, egresados de cualquier institución, deben mostrar conocimientos sobre arquitectura, diseño de interiores, diseño, diseño industrial, artes visuales o alguna otra disciplina relacionada con el ámbito de estudio.
Gaceta UNAM
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