Mientras el mundo centra todos sus esfuerzos en encontrar la vacuna que libre a la población de la pandemia, 14 millones de niños no reciben vacunas ya existentes contra otras enfermedades mortales y altamente contagiosas
El mundo mira hacia otro lado. La crisis causada por la Covid-19 ha provocado un efecto dominó sobre muchas urgencias sanitarias hasta relegarlas a un segundo plano. Aunque la pandemia demuestra la importancia de las vacunas para proteger la salud y prevenir brotes, millones de niños no las tienen garantizadas. Muchos bebés corren un riesgo letal al no recibir las vacunas que les librarían del sarampión, la poliomielitis, la diarrea o la neumonía. La situación es tan crítica que se debe actuar ya.
“Es fundamental que los esfuerzos en la lucha contra el coronavirus complementen, sin aplazar en ningún caso, los dedicados a la lucha contra otras enfermedades que siguen estando ahí, amenazando la salud y la vida de los más pequeños, sobre todo la de los más vulnerables”, asegura Javier Martos, director ejecutivo de UNICEF España, a la vez que señala causas como “la sobrecarga que han sufrido todos los sistemas de salud del mundo debido a la pandemia y que ha interrumpido servicios esenciales como los de vacunación”.
Las vacunas son una de las herramientas más seguras y efectivas para proteger la salud y el futuro de los niños. Mejorar su cobertura mundial podría evitar hasta 1,5 millones de muertes cada año
Señal de alarma: la cobertura global se estanca
Las vacunas infantiles inciden en toda la sociedad. La inmunización es una de las intervenciones de salud pública de mayor impacto, y los progresos han sido enormes. Las personas que se vacunan protegen a aquellas que no lo están. La comunidad cuenta con personas más sanas y se limita la propagación de las enfermedades. Además de que los costes en tratamientos y atención médica se reducen, las cifras no engañan: por cada euro invertido en inmunización en los países de ingresos medios o bajos, se genera un retorno de 21 euros.
“Sin embargo, la cobertura global lleva varios años estancada en un 85%, lo que no es suficiente. Esta situación se ha agravado en muchos países con la Covid-19, en especial en zonas de conflicto y países con sistemas de salud muy frágiles”, explica Blanca Carazo, responsable de Programas de UNICEF España. En 2019, 14 millones de bebés no recibieron ninguna dosis de la vacuna DTP3 (difteria, tétanos y tosferina) y otros 5,7 millones no completaron las tres dosis necesarias. Si se mejorase la cobertura universal de la inmunización podrían evitarse hasta 1,5 millones de muertes cada año.
Garantizar la supervivencia infantil
Junto con los gobiernos y otras organizaciones de desarrollo o humanitarias, UNICEF lleva a cabo programas de inmunización en más de 100 países, contribuyendo así a que los niños gocen de su derecho a la supervivencia y la salud. Además, UNICEF es el mayor suministrador de vacunas del mundo: en 2019, adquirió 2.430 millones de dosis de vacunas que se distribuyeron en 99 países, para llegar a casi la mitad (45%) de los niños de hasta 5 años de todo el mundo. El fin es que todos estén inmunizados y protegidos.
Con las vacunas también se contribuye a eliminar enfermedades. Gracias a los avances constantes en la expansión de la vacunación, el mundo nunca había estado en una posición mejor para erradicar la poliomielitis. Desde el año 2000, 2.500 millones de niños han sido vacunados y el número de casos de poliomielitis ha descendido en más del 99%, pasando de 350.000 casos en 1998 a menos de 200 a finales de 2019. Es más, la inmunización contra la polio ayuda a suprimirlas.
Es fundamental que los esfuerzos en la lucha contra el coronavirus complementen, sin aplazar en ningún caso, los dedicados a la lucha contra otras enfermedades que siguen estando ahí”
Pequeñas soluciones que salvan vidas
Un pequeño frasco que contiene una económica y sencilla vacuna puede marcar una gran diferencia resolviendo grandes problemas, señalan desde UNICEF, en el marco de su campaña #PequeñasSoluciones. Cada año, la organización atiende a casi la mitad de los niños del mundo con vacunas que salvan vidas. Lo hace dirigiendo la inversión hacia las tecnologías de la salud, del diagnóstico y el desarrollo de las vacunas, y para que estén disponibles de forma gratuita para las familias con menos recursos. España tampoco está exenta de problemas.
Centros de salud desbordados, miedo a salir de casa o retrasos en los calendarios autonómicos han hecho que las coberturas vacunales hayan descendido en España. La tasa de vacunación infantil es del 95%, aunque en marzo y abril disminuyeron las vacunas prioritarias y se produjeron retrasos en otras recomendadas. “Tenemos que recuperar las vacunaciones perdidas y el momento es ahora”, recuerda la pediatra Lucía Galán y miembro del Consejo Asesor de UNICEF España. “No vacunar tiene consecuencias como la vuelta de enfermedades que creíamos olvidadas, muertes evitables y sufrimiento para cientos de familias”, incide.
En 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la reticencia a la vacunación como una amenaza contra la salud pública. La indecisión y el escepticismo no ayudan y tampoco la información errónea que circula por internet. Entre 2010 y 2017, en Estados Unidos, 2,5 millones de niños no fueron vacunados de sarampión, más de 600.0000 en Francia y medio millón en Reino Unido. Sobre ello, Lucía Galán es tajante: “Las vacunas son eficaces y seguras, salvan vidas y son buenas no solamente para la salud de nuestros hijos, sino también para las personas que les rodean. Les protegemos y nos protegemos todos”.
Llegar hasta los niños aunque sea en canoa
Pese a todas las dificultades, UNICEF se empeña en llegar cada vez más lejos y llevar las vacunas a los niños que más las necesitan. Siempre se buscan los mejores medios para vacunar a los pequeños no inmunizados y cuya vida peligra. La organización dedica todos sus recursos para llegar a comunidades remotas o vacunar en contextos de emergencia. En UNICEF siempre buscan los medios para llegar a todos los niños y niñas, estén donde estén. Dedican especial esfuerzo y recursos para llegar a comunidades remotas o de difícil acceso, o a vacunar a niños y niñas en contexto de emergencia. Para ello, utilizan todos los medios de transporte, desde animales de carga, motos o canoas, hasta drones.
Millones de niños no reciben vacunas. En algunos casos, sus familias no tienen la información suficiente sobre sus beneficios o tienen miedo de ponérselas a sus hijos. Otras veces, no tienen acceso a ellas
Todas las formas de transporte son válidas mientras se llegue y se mantengan los estándares de la OMS, referentes al sistema de suministro, la disponibilidad y calidad de las vacunas (evitar rupturas de stock y mantener la cadena de frío) y el uso eficiente de los recursos. Pero si la labor de los trabajadores de UNICEF resulta determinante, también lo es el apoyo de los socios. Las donaciones se traducen en supervivientes. Con tan solo 12 euros al mes durante un año, 195 niños reciben una vacuna contra el sarampión. Con 22 euros al mes durante un año, 357 menores pueden ser vacunados.
“Tenemos que hacer todo lo posible”
Hacerse socio supone apoyar la labor de UNICEF en la vacunación, pero también dar la oportunidad de que los más pequeños crezcan sanos y protegidos de enfermedades infecciosas. “Tenemos que hacer todo lo posible para que todos los niños, estén donde estén, reciban las vacunas necesarias”, remarca la pediatra Lucía Galán. UNICEF mantiene un diálogo continuo con gobiernos, fabricantes de vacunas, asociados comerciales y agentes de carga para evaluar el riesgo de bloqueo sobre la accesibilidad de las vacunas y qué medidas podrían adoptarse pese al Covid-19.
Debido a la búsqueda de la vacuna contra la Covid-19, la sociedad es más consciente del poder de la inmunización y de lo injusto que sería que un menor muriese por una dolencia vacunable. Difundir información de valor sobre las vacunas, tener al día la vacunación de los hijos y, si se necesita, la propia –como es el caso de la gripe– y hacerse socio de UNICEF son algunas de las #PequeñasSoluciones que salvan vidas. El presente y el futuro de millones de niños dependen de ello. Que no se pierda ni un segundo más.
La vanguardia
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