Fobaproa costaría 110 mil millones pero hasta la fecha lleva dos billones de pesos y la deuda sigue subiendo
¿En qué momento se dispararon los intereses por deudas cuyo origen es privado pero los gobiernos las convirtieron en públicas, o sea, eran de unos cuantos pero en realidad las estamos pagando entre todos los mexicanos? Hay situaciones que, sucedieron hace tres sexenios y quedan en el olvido pero siguen impactando de manera muy negativa a nuestro país; tanto así que las nuevas generaciones seguirán pagando -a través de impuestos- toda su vida, incluso, hasta sus hijos…
CADA AÑO SE PAGAN 40 MIL MILLONES SOLO DE INTERESES
Claro, me refiero al Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) una deuda que originalmente costaría 100 mil millones de pesos pero que hasta diciembre de 2016 ascendía a casi 900 mil millones de pesos y que, ni más ni menos, se calcula que se podrá terminar de pagar hasta 2076 o aún más… Muchos jóvenes e incluso adultos, quizá desconocen la historia de cómo inició todo pero, tan solo de intereses anuales se pagan aproximadamente 40 mil millones de pesos… Así que, calladito, sin mucho aspaviento, pero cada año esa deuda no baja, sino todo lo contrario. Pero… ¿qué es el famoso Fobaproa?
ERNESTO ZEDILLO DECIDIÓ RESCATAR A BANQUEROS
Desde la privatización de la banca, en 1991 y 1992 instituciones como Banamex, Bancomer y Banorte -entre otros- comenzaron a otorgar créditos de forma desmedida y sin controles rigurosos. Cuando estalló la crisis de 1995 las tasas de interés se dispararon a más de 100% y volvieron impagables los créditos hipotecarios y de consumo, los índices de morosidad se catapultaron provocando una insolvencia que dejó a la banca al borde de la quiebra. Entonces, el gobierno federal priísta decidió que había que rescatar a los banqueros y en teoría a los ahorradores solo que… pequeño detalle… con recursos públicos.
GOBIERNO ASUMIÓ DEUDAS PRIVADAS
Así las cosas, el gobierno compró la cartera vencida de los bancos a través de pagarés del (Fobaproa). O sea, para ponerlo en palabras de nosotros comunes mortales: el gobierno compró a los bancos su cartera vencida por 100 pesos, recuperó 10 y los restantes 90 los pagó con cargo al erario público, es decir, a nosotros contribuyentes. El Fobaproa se asumió como deuda pública a partir de 1999, ese año se estimó que las obligaciones se pagarían en 30 años, pero un cálculo hecho por economistas ha pronosticado que en realidad serían 70 años o más, mucho más… En este punto se preguntarán ¿y cuáles fueron los argumentos para semejante acto?
EN MÉXICO, SEGUIMOS PAGANDO RESCATES DEL PASADO
Bueno para empezar, nadie nos preguntó si estábamos de acuerdo en hipotecar al País pero por no dejar, arguyeron que una quiebra masiva de bancos podría tener un efecto devastador y duradero sobre el resto de la economía, como el que se presentó durante la Gran Depresión de la década de 1930 en Estados Unidos. En México, sólo los intereses y comisiones de la deuda se triplicaron en los últimos años, pasaron de 10,950 millones de pesos en el presupuesto de 2015 a 35,850 millones para el ejercicio fiscal del año 2017. Las decisiones tomadas durante el gobierno de Ernesto Zedillo habrán impactado a tres generaciones en un hecho de insólita y perversa irresponsabilidad gubernamental…
EL PRETEXTO DEL COVID-19 PARA UN CRÉDITO AL BID
Y… ¿por qué o para qué recordar el Fobaproa? En medio de esta contingencia por la pandemia del Covid-19, los emprendedores mexicanos, pequeños, medianos y grandes, se encuentran con tremendas disyuntivas: o pagar sueldos, o pagar impuestos, o cerrar. Cada quien está esforzándose al máximo por subsistir, algunos con creatividad, aplicando habilidades aparentemente escondidas, por ejemplo, preparando alimentos, distribuyendo productos a domicilio, innovando con hechura de insumos y otras actividades; no están esperando que nadie les resuelva la vida… sin embargo, hay otro sector que reniega del gobierno pero lo quiere de aval para suscréditos…
SI HACIENDA ACCEDE A SER AVAL… ¿QUÉ PASA?
Un grupo de empresarios, pero de las grandes, grandes empresas, arguyendo la epidemia, fueron al Banco Interamericano de Desarrollo para solicitar un crédito por 12 mil millones de dólares. Todo suena bien, excelente, solo hay un pequeño detalle: solicitan el aval de la Secretaría de Hacienda… ¿Qué pasaría si al final, esos empresarios no el pagan al BID en tiempo y forma? Lo normal. El organismo se cobra a través del aval… o sea, con los recursos públicos de todos nosotros. ¿Pretendían en realidad convertir una deuda privada en deuda pública, es decir, un nuevo Fobaproa? Nadie lo puede afirmar, solo que, si camina como pato, y hace como pato… no hay manera de que sea un león…
*Yvette Hesse E. Directora de Grupo Editorial Kankun y Gente Q.Roo, revista de negocios y política.
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