De deber miles de dólares a ayudar a cientos de personas en todo el mundo a encontrar el éxito. Acá la historia de Dan Lok.
A los 20 años, Dan Lok ya debía $150,000 dólares. A lo largo de tres años, lanzó 13 negocios, y todos y cada uno de ellos, fracasó. Hoy en día, Lok es un multimillonario y mentor de negocios gracias a la ayuda de un hombre y sus lecciones que le cambiaron la ida. Así que ahora se dedica a regresar el favor.
Lok with his parents in Hong Kong, China / Imagen: Dan Lok
Cundo Lok tenía 14 años, sus padres se separaron. Un año más tarde, él y su madre emigraron de Hong Kong a Vancouver, Canadá. Su padre siguió manteniéndolos, pero cuando Lok tenía 16, su padre se declaró en bancarrota y no pudo continuar con el aporte económico.
“Nunca olvidaré la mirada de desesperanza en la cara de mi madre… las lágrimas en sus ojos” dice Lok. “En ese momento, decidí que sería exitoso. No necesitaba a mi padre, yo proveería para mi mamá. No quise volver a ver esa mirada en sus ojos”.
Su madre tenía poca experiencia trabajando, así que Lok los mantenía trabajando medio tiempo en una tienda de abarrotes, ganando el sueldo mínimo. Tras un año de trabajo, aprendió una lección iluminadora: “Me dijeron que era un inútil para trabajar porque no me gustaba que me dijeran qué hacer. No puedo estar en desacuerdo con eso” se ríe.
Abastecer estanterías fue el primer y último trabajo “convencional” de Lok.
Dan Lok. Pérdidas con lecciones
Lok empezó a podar jardines, entregar periódicos y a hacer lo que fuera que tuviera una remota posibilidad de generarle dinero. Tras terminar la prepa, entró al Douglas College en Vancouver. Asistió a clases de negocios de tiempo completo, pasando de una idea emprendedora a la siguiente, todas sin éxito, desde máquinas expendedoras hasta servicio de entregas a domicilio.
Lok agotó el crédito en varias tarjetas y pidió prestado a todos los que conocía. “Nadie entendía por qué no simplemente conseguía un trabajo” dice. “Pero yo sabía que nunca podría saldar mis deudas y mantener a mi familia trabajando por el sueldo mínimo. Sabía que me iría mejor como emprendedor, incluso si me tomaba una década para lograrlo. Nunca renuncié porque no podía hacerlo, y si no renuncias, no puedes fracasar”.
Lok se refiere a esas aventuras como “pérdidas con lecciones”. Reconoce que la mayoría de las personas hubiera renunciado en algún punto entre el primer intento y el décimo tercer fracaso. ¿Su respuesta? “El éxito está en el filo del fracaso. Cuando pienses que las cosas no pueden salir peor, espera un poco más”.
Recogiendo basura para recibir consejos
Después de que Lok leyó el libro Scientific Advertising de Claude Hopkins, se obsesionó con el marketing y pronto descubrió al experto Alan Jacques. Lok estudió sus cartas de ventas y asistió a sus seminarios donde pudo conocerlo en persona.
Lok se ofreció a invitarle una comida, y platicaron durante horas, pero cuando le pidió que fuera su mentor, Jacques declinó la oferta. Lok no perdió la esperanza. “Fui a sus oficinas todos los días durante un mes. Hice todo lo posible para demostrarle mis ganas de ayudar, incluso recogí basura de su oficina, hasta que finalmente me contrató”.
El emprendedor dejó la universidad para trabajar con Jacques. El chico de 21 años que entonces era pasaba sus fines de semana haciendo su primera carta de ventas, todo para que Jacques le dijera que era terribles. Lok la reescribió siete veces antes de que su mentor estuviera satisfecho con el resultado. Años después Jacques confesó que el primer borrador estaba ‘bien’, pero que ‘bien’ no es suficiente para hacerte bueno en algo.
Aunque no ganaba mucho dinero, dice que la mentiría que recibió de Jacques esos 12 meses fue su ‘primer año millonario”. Bajo su dirección, Lok inició una agencia de publicidad uno a uno, y en 12 meses sus clientes ya estaban generando millones de dólares con sus cartas de ventas. A los 22 años, Lok pedía $10,000 dólares por proyecto y se sentía bastante cómodo ganándolos.
Batallas que valen la pena
“Finalmente pude mantener a mi madre. Ya no tenía que ir a la sección de ‘por caducar’ en los supermercados” dice Lok. “La mentoría de Alan realmente cambió mi vida, por eso elegí guiar a los jóvenes emprendedores todos los días”.
Varios años después, Lok regresó a Hong Kong para visitar a su padre por primera vez desde que se habían ido. Su padre empezaba a preocuparse por no tener un lugar para vivir… Caminando por la calle, Lok se detuvo y señaló una ventana, sacó un manojo de llaves y le dijo “compré ese departamento para ti”. La mirada de su padre hizo que todas y cada una de las batallas valieran la pena.
Lok invirtió las ganancias de su negocio digital en bienes raíces, y a la edad de 27 años se convirtió en millonario. Y como su negocio podía vivir sin él, se retiró y se dedicó a “vivir el sueño”. Se sentó en la playa durante un mes, y luego se pasó el siguiente mes viendo seis películas al día. Después de dos meses de retiro, había tenido suficiente.
El emprendedor empezó a compartir su conocimiento a través de un manual de marketing autopublicado titulado Forbidden Psychological Tactics (Estrategias psicológicas prohibidas), y en su afán por vender el manual, Lok se volvió un experto en marketing digital. En el proceso se convirtió en un gran conocedor del marketing de afiliados, vendedor de productos informativos y creador de software de copywriting.
Durante la década siguiente, Lok fundó o se asoció con más de 15 empresas en industrias de todos los rangos, desde salones de belleza hasta e-commerce. Hoy en día, el total de sus ventas combinado suma más de 8 cifras anuales. Lok atribuye este éxito a tres cosas que no tenía cuando inició: mentoría, concentración y habilidades de alto nivel como escritura, marketing y la capacidad de hablar en público.
Su mayor motivación y su mayor remordimiento
Lok estaba en E.U. persiguiendo su mayor trato de negocios cuando su padre sufrió un infarto. “Quería que mi papá estuviera orgulloso así que le dije que iría a verlo en cuanto terminara. Fue la última vez que hablamos. No pude despedirme y es de lo que más me arrepiento”.
“Me di cuenta de que perseguir dinero y logros no me estaba haciendo feliz. De repente, todo valía mucho menos”. La motivación de Lok pasó de mantener a su familia a proveer oportunidades para otros en el mundo. Ahora su misión es tener un impacto en mil millones de personas, enseñándoles cómo desarrollar habilidades de alto nivel, a tener más confianza financiera y a dominar sus destinos económicos.
Lok invierte una gran cantidad de tiempo enseñándole a otras personas a través de sus redes sociales en las que tiene más de 4.5 millones de seguidores, y en su podcast, “The Dan Lok Show”. A través de sus series en video como “Dan on Demand” y “Tube Your Own Horn”, Lok enseña a hacer crecer negocios en redes sociales. Ha publicado más de una docena de libros, incluyendo el más receciente “Unlock it!” Que llegará a las librerías con ForbesBooks en septiembre de 2019.
Lok también ofrece coaching, masterminds y masterclasses. Enseña ventas y otras habilidades en su programa de certificación y en el Inner Circle mastermind. Su proyecto closers.com une compañías con los grandes pensadores que él ha entrenado.
“Es un método totalmente holístico” dice Lok. “Estoy orgulloso de todos mis estudiantes y de su éxito, y me hace feliz ofrecerles una plataforma en la que siempre puedan enriquecerse, financieramente y como quieran. Incluso he contratado a graduados de mi programa para trabajar en mis negocios personales”.
Lok con mil graduados de su programa de certificación High-Ticket Closer / Imagen: Dan Lok
Jennie Li, esposa de Lok, ha estado junto a él en este camino como su directora de estrategias. Tras conocerse en un karaoke cuando Lok tenía 26 años, empezaron a salir y a trabajar juntos antes de casarse en 2015.
“Su intuición e instintos son inigualables” dice Lok, que agrega que ella lo mantiene humilde. “Recuerdo regresar a casa tras mi primera TED Talk… llegué en un traje rojo, me sentía en la cima del mundo, y Jennie me dijo que sacara la basura. Amo eso”.
Aunque Lok es un orador internacional que ama usar trajes exóticos, siempre recuerda sus raíces. “¿Quién hubiera pensado que un pobre chico inmigrante podría lograr tanto?” Se pregunta. “No importa de dónde vengas o qué obstáculos tengas enfrente, puedes lograr lo que quieras, si nunca te das por vencido”.
Con información de Entrepreneur.
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