En muchos sentidos el mundo no será como antes y eso incluye a las inversiones. La renta variable ya no se evaluará por industrias, sino en el impacto a la sociedad.
“La pandemia puso un freno a la economía del mundo y, al mismo tiempo, ha desafiado los sistemas y las estructuras existentes y sembrado las semillas de nuevos cambios que se avecinan a medida que vamos descubriendo las limitaciones en nuestra forma de aprender, trabajar y vivir”, inicia la presentación del banco Credit Suisse del reporte global ‘Supertrends. Impulsando el cambio’.
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El reporte fue liderado por Michael Strobaek, Global Chief Investment Officer de Credit Suisse, y Nannette Hechler-Fayd’herbe, Global Head of Economics & Research de la misma institución. Es en realidad una actualización del trabajo elaborado y presentado hace tres años bajo el nombre de ‘Supertendencias’. Su fin era servir como marco de referencia para los clientes del banco, para invertir a largo plazo en lo que denominaron “renta variable temática de alta convicción”.
Esta crisis modificó ya los sistemas y las estructuras existentes, al tiempo que sembró las semillas de cambios que se avecinan, a medida que vamos descubriendo las limitaciones en nuestra forma de aprender, trabajar y vivir. En muchos sentidos el mundo no será como antes y eso incluye a las inversiones, que estarán más enfocadas en tendencias.
Sin embargo, hay “valores” que no se perderán, sino que se profundizarán con el paso de los años porque forman parte de la forma de ser y vivir de las nuevas generaciones. A partir de los Millennials, algunos de estos valores son la sostenibilidad, el consumo responsable y la responsabilidad social ligada a temas como acciones en salud, educación y gobiernos corporativos.
De acuerdo con el reporte del banco suizo, existen cinco grandes tendencias de inversión que con la pandemia tendrán cada vez más relevancia. Es importante señalar que el estudio no se refiere a las inversiones en acciones determinadas e incluso a sectores específicos, sino a las tendencias que los inversionistas tendrán en los años próximos, alentadas por los cambios que ha generado la pandemia. Este fenómeno que, de acuerdo con Credit Suisse, ha modificado al planeta para siempre y en el futuro se verán con toda nitidez la dimensión y profundidad de estos cambios.
1) Cambio climático – Descarbonizar la economía
Los inversionistas tendrán razones para destinar recursos a empresas que contribuyen de forma más eficaz a la transición hacia una economía global menos intensiva en carbono. El reciente paro económico, causado por la pandemia de COVID-19, ha reducido de manera considerable en varias regiones las emisiones de gases de efecto invernadero. Esto es una clara señal de lo que podría lograrse en el futuro, creando una economía global libre de carbono y más sostenible. Los sectores clave en los que se centra esta tendencia de inversión son: la producción de electricidad sin carbono, el transporte, los actores pioneros del cambio en la industria del gas y el petróleo; la agricultura y la producción de alimentos.
2) Sociedades preocupadas – Capitalismo integrador
En opinión de Credit Suisse, el descontento popular está relacionado más bien con los temas nacionales, en particular con las desigualdades, que con la percepción de amenazas externas y la tendencia al proteccionismo. El enojo ha dado paso a la preocupación. Credit Suisse, con la ayuda de un nuevo índice, realiza un seguimiento de si las preocupaciones están aumentando o disminuyendo. La COVID-19 ha demostrado que las verdaderas amenazas emergentes son de carácter global y que requieren una cooperación multilateral, así como una protección individual.
3) Economía plateada – Invertir en el cambio demográfico
El envejecimiento de la población probablemente continuará impulsando por muchos años las oportunidades de negocio y el rendimiento de las inversiones. En los mercados emergentes, en especial, el envejecimiento se producirá a una velocidad jamás experimentada en la mayoría de esos países.
4) Infraestructuras – Cerrando la brecha
El gasto en infraestructuras está a punto de entrar en una fase de expansión. Hay brechas, están en todas partes, puesto que las viejas economías tienen que afrontar tanto las necesidades existentes como las nuevas y, además, teniendo en cuenta la tendencia hacia una mayor sostenibilidad. Al mismo tiempo, las nuevas economías continúan urbanizándose a pasos acelerados. La expectativa de unas tasas de interés más bajas y a veces, incluso negativas durante un período prolongado, debería brindar un estímulo adecuado para las inversiones.
5) La tecnología al servicio del hombre
Las continuas innovaciones y los desafíos surgidos con la crisis del coronavirus siguen convirtiendo a la tecnología en un sector atractivo para los inversionistas, el progreso tecnológico es irreversible.
Estas tendencias de inversión de largo plazo, junto con otros cambios que ha provocado la inesperada pandemia, provocarán sorpresas y escenarios inéditos, que en los hechos sólo formarán parte de la nueva normalidad, asegura Credit Suisse.
Entrepreneur.
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