La cadena de corrupción en Odebrecht

Quizá la mayor trama de corrupción en la región que ha golpeado a personas públicas y privadas, acusadas o ya condenadas por sobornos en países de América Latina ha sido el caso Odebrecht. Y, ¿de qué se trata?

Odebrecht es un conglomerado de empresas dedicadas a construcciones, infraestructura, inmobiliarias, petroquímicos y transporte, entre otros.

Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, ese consorcio pagó unos 788 millones de dólares en comisiones ilegales por más de 100 proyectos de construcciones públicas en 12 países de América Latina, así como en Angola y Mozambique, en África. 

Todo comenzó con una investigación en Brasil, denominada Operación Autolavado (Operação Lava Jato). Odebrecht admitió haber sobornado desde 2001 a políticos, funcionarios y partidos de tres continentes, especialmente en América Latina, para ganar contratos públicos. Tan solo en Brasil, la “delación del fin del mundo” involucró a 77 ejecutivos de la constructora. 

La bomba estalló en Estados Unidos cuando en diciembre de 2016 Odebrecht, junto con Braskem, una compañía petroquímica brasileña, confesó haber sobornado a múltiples personas y empresas: ambas compañías acordaron pagar una multa combinada de al menos 3,5 millones de dólares a autoridades de Brasil, Estados Unidos y Suiza. Como resultado del acuerdo de admisión de culpabilidad, los ejecutivos de Odebrecht comenzaron a nombrar numerosos casos de soborno en otros países latinoamericanos.

En diciembre de 2016, la empresa llegó a un acuerdo de culpabilidad con el Departamento de Justicia de Estados Unidos en el que se develó la entrega de 10,5 millones de dólares a dos altos directivos de una compañía mexicana de energía. El exdirector general de la petrolera estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya, es el único funcionario mencionado y al parecer investigado, aunque… está libre y se lo acusa de presuntamente aceptar, al menos 10 millones de dólares. 

Pero eran los tiempos de Peña donde no se movió absolutamente nada del asunto hasta… que inició el nuevo gobierno federal y por fin tanto la Fiscalía General como la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), parece que ahora sí le están dando curso al asunto. Por lo pronto, a Lozoya se le considera prófugo de la justicia aunque… aún no se sabe más de ésto… ¿se estará investigando? ¿Le darán correcto seguimiento? ¿Se hará justicia? Sin duda muchas preguntas aún sin respuesta…

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*Yvette Hesse Espinosa. Licenciada en Comunicación. Maestría Administración de Empresas. Diplomados en “Formación de Educadores para la Democracia”; “Derechos Humanos”; “Ventas y Marketing”; “Inteligencia Emocional”; “Formación Social”. Columnista en diversos medios de comunicación. Directora de la Revista Nuestra GENTE Q. Roo. yvette_hesse@yahoo.com.mx @YvetteHesse

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