El estudio de la UNAM señala desde 2018, efectivamente, que el NAIM se hunde

El tema fue abordado durante la conferencia de prensa matutina de este lunes, pues el 7 de junio un juez federal ordenó al Gobierno federal suspender, por tiempo indefinido, las obras de construcción del Aeropuerto de Santa Lucía, proyecto alterno a las obras de Texcoco y planteado para evitar y detener el proyecto del NAIM en esa zona.

 

El suelo de Texcoco es el “peor” para la construcción de un aeropuerto, informó en un estudio un grupo de investigación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), desde 2018. Esta mañana el Presidente Andrés Manuel López Obrador hizo referencia a este documento que demostró hundimientos en la zona del lago.

“Imagínense hacer un aeropuerto en el Lago de Texcoco, es como hacer una aeropuerto en medio de un océano”, dijo el primer mandatario y recordó que durante conferencias de prensa anteriores ha hecho referencia al hundimiento de la construcción.

López Obrador planteó que las obras ya realizadas para la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) se están hundiendo, remitiéndose a la investigación de la Dra. Dora Carreón Freyre que planteó que este es un terreno inestable.

“El suelo de Texcoco no sólo es el menos apto, es el peor suelo en el que podrían construir un aeropuerto; una obra de este tipo requiere un suelo más sólido, firme y esta área es demasiado inestable para una edificación de esa magnitud”, estableció el estudio.

El mandatario mexicano afirmó que, en promedio, la construcción del NAIM se hunde “de 30, 40, 50 centímetros por año, medio metro por año”, pero planteó que continuó su construcción porque se trataba de un negocio lucrativo.

La suspensión se solicitó hasta que no se otorguen las autorizaciones y permisos necesarios en materia ambiental y arqueológica tras un amparo interpuesto por el colectivo “No Más Derroches”.

“Quedaron molestos, no se resignan a que ya no es lo mismo y ahora no quieren que hagamos el aeropuerto en Santa Lucía y usan hasta drones para ver si se está construyendo el aeropuerto y puedan pararlo con procedimientos judiciales”, afirmó el Presidente López Obrador.

La investigación del grupo de la Dra. Carreón Freyre, del Centro de Geociencias de la UNAM, planteó que dada la estructura lacustre del subsuelo en Texcoco, no es una zona apta para la construcción de un proyecto de las dimensiones del NAIM, pues este requiere que sea sólido y firme, según dieron a conocer medios nacionales en 2018.

El estudio fue dado a conocer en las redes sociales de la UNAM y hecho público en la página de internet “Ciencia UNAM”, pero al momento de la realización de esta nota ya no se encuentra disponible.

Pese a que la zona de Texcoco es cercana la Ciudad de México y la construcción es viable en materia aeronáutica, es poco adecuada para el desarrollo del proyecto, sin contar la “funcionalidad, eficiencia, sustentabilidad, factibilidad técnica y financiera, así como su flexibilidad de crecimiento futuro e innovación tecnológica”, destacó la investigación.

La inviabilidad de la construcción del NAIM es la zona, para la investigadora, se debió a que “los materiales del subsuelo, con las vibraciones y las cargas intermitentes que significan la carga dinámica de un aeropuerto, se pueden comportar de manera muy inestable ya que no es solo la carga estática sino también la dinámica; estos materiales pueden llegar a deformarse y a perder su estructura comportándose como un fluido, porque tienen contenidos de agua muy altos”.

En el texto la investigadora destacó que debido a estos materiales, la zona de Texcoco registra la mayor tasa de hundimiento de la cuenca de México, que asciende a entre 30 y 40 centímetros anuales, como afirmó el Presidente López Obrador.

UNAM confirma que el Aeropuerto de Texcoco se está hundiendo

Estudio del Centro de Geociencias de la UNAM planta que el Aeropuerto de Texcoco se está hundiendo.

De acuerdo con la investigadora del Centro de Geociencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Dora Carreón Freyre, el subsuelo del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), que se construye actualmente en la Zona Federal del Ex-lago de Texcoco, es inestable.

La investigadora universitaria considera que la naturaleza lacustre del subsuelo no es apta para sostener un proyecto de esa magnitud y que el tipo de suelo que hace falta para construir un aeropuerto internacional debe ser más sólido y firme.

El suelo de Texcoco no sólo es el menos apto, es el peor suelo en el que podrían construir un aeropuerto; una obra de este tipo requiere un suelo más sólido, firme y esta área es demasiado inestable para una edificación de esa magnitud”.

Carreón Freyre entiende que se haya elegido esta zona para construir el NAIM, debido a su cercanía con la Ciudad de México y su viabilidad aeronáutica, pero también habla de lo inadecuado que es el tipo de suelo sobre el que se construye.

Otros factores que se tomaron en cuenta para seleccionar la región que ocuparía el NAIM fueron “funcionalidad, eficiencia, sustentabilidad, factibilidad técnica y financiera, así como su flexibilidad de crecimiento futuro e innovación tecnológica.

En el portal de Ciencia UNAM***, la investigadora sostiene que “los materiales del subsuelo, con las vibraciones y las cargas intermitentes que significan la carga dinámica de un aeropuerto, se pueden comportar de manera muy inestable ya que no es solo la carga estática sino también la dinámica; estos materiales pueden llegar a deformarse y a perder su estructura comportándose como un fluido, porque tienen contenidos de agua muy altos”.

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Imagen compartida por el portal de Ciencia UNAM (Ciencia UNAM).

 

La especialista detalló que los materiales excesivamente compresibles (amorfos) que componen parte de esta área, hacen que esta registre la mayor tasa de hundimiento en la cuenca de México: entre 30 y 40 centímetros anuales.

A diferencia de las arcillas que hay en la Ciudad de México, las del Ex-lago de Texcoco retienen una cantidad importante de agua y bajo ciertas condiciones de vibración y de carga, llegan a colapsar.

En otras palabras, estas arcillas, también conocidas como “jaboncillo”, son altamente deformables, lo que podría dañar la integridad de las pistas de aterrizaje.

***La universidad publicó dicha información en la cuenta de Twitter @Ciencia_UNAM:

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